"Somos bendecidos"
Este sábado llegaron dos jóvenes seminaristas de los Misioneros Servidores de la Palabra para estar con nosotros hasta el 1° de enero. Le damos la bienvenida a estos hombres con la esperanza de que compartan mucho con nosotros durante estos días. Dado que ambos son bilingües, toda nuestra comunidad podrá enriquecerse con los dones que compartirán con nosotros. Aparte de estos dos seminaristas, tenemos en nuestra comunidad parroquial alrededor de otros seis jóvenes adultos que han participado en el programa de formación laical Misioneros Servidores de la Palabra que prepara a los jóvenes adultos para convertirse en evangelizadores en sus propias comunidades. Han recibido una base sólida en las Escrituras y la catequesis y les he pedido que se unan para que ellos también puedan compartir su conocimiento, fervor y fe con el resto de la comunidad. Estos jóvenes adultos han aceptado mi invitación y ahora están formulando una serie de eventos y experiencias espirituales que nos ayudarán a profundizar y crecer en nuestra fe. También proporcionarán programas interesantes para nuestros jóvenes y adultos jóvenes. Los dos seminaristas que serán nuestros invitados no cobran nada a la parroquia por su ministerio entre nosotros. Dependen de nuestra generosidad. Los miembros de la comunidad les están proporcionando alojamiento, otros les están proporcionando un automóvil para que puedan visitar a nuestras familias. Necesitamos ser generosos y proporcionarles comida mientras estén aquí. Puede llevarles comida cocinada a la oficina parroquial o invitarlos a sus casas. Como familia parroquial, hemos pagado sus gastos de viaje y nos aseguraremos de que se mantengan a salvo y se sientan bienvenidos. En este momento, también tenemos a otro joven, Rogelio, que está sirviendo con los Misioneros Servidores de la Palabra y ahora está en misión en el estado de Washington. Cuando Rogelio regrese a la parroquia, tendremos otra persona muy bien preparada que, con suerte, se unirá al grupo existente de Misioneros Servidores de la Palabra mientras ministran en nuestra parroquia. A medida que avanzamos en nuestro crecimiento, les doy la bienvenida a estos jóvenes adultos a la vida ministerial de nuestra parroquia y les agradezco por querer compartir lo que Dios ha compartido tan generosamente con ellos. Al presentar a estos dos jóvenes seminaristas y a nuestros propios Servidores Misioneros de la Palabra, por favor, denles la bienvenida, agradézcanles y muéstreles su apoyo. Tengo la esperanza de que los Misioneros Servidores de la Palabra consideren a Santa Julia como una de sus misiones y se unan a nuestros propios Misioneros Siervos de la Palabra en el compartir de la fe. Están en mis oraciones y en mi corazón. Paz y Bien. Fray julio